martes, 4 de noviembre de 2008





Ese arte que desvanecía una palabra por una palabra aclaraba la realidad más íntima de una fabulosa historia enlazada entre la rareza de tu lenguaje y un misterioso asombroso de querer pertenecer en tus silencios, tus mentiras, tu debilidad para encontrar un paisaje de porcelana durante un hipnotismo tan frágil que intuía una situación de perplejidad solamente para sentirme en la infinidad de tus palabras. ¿Era una fábula o una realidad extraordinaria creada por mí? Qué duda tan interminable moviéndose por un espacio que se agota de posibilidades para escapar solamente a tu destino, si supieras que todo el arte te lo debo a vos, te aseguro que no escaparías de mi destino. Alguna vez me situé en el origen de querer olvidar las miles de palabras, las miles de mentiras, las miles de caricias, los miles de recuerdos que me llevaban a paisajes extremadamente certeros sin romper con una canción para no quebrar mi corazón pero una locura me llevo a querer seguir con este arte, simplemente por que sé que soy la única persona que te lograría entender. En la alquimia de tus labios entendí que el amor era sumamente complejo, era sumamente curioso, era asombroso y hasta fabuloso ¿es amor? Una pregunta a la cual hoy no tengo una respuesta exacta acerca de lo que se trata para poder salvarme también de la vanidad de querer encontrar un silencio ¿y por qué llegar a estas palabras? La distancia de palabras desordenadas sobre una línea en la cual muchas personas jamás entenderían, pero nunca sería imposible. Nunca si esa confusión se vuelve efímera y no una eterna mujer que se ahoga de mentiras que llegan a tiempo para pensar en algo nuevo. Verdaderamente se sitúa en una fábula de misterio enlazadas con palabras que resistían las ataduras de mí anomalía, solamente para mantenerme aislada.


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