Quizás la intuición a mi destino hizo pensar en grandes senderos que producían interminables y profundos suspiros; pero ella siempre estaba ahí... Ella: me conducía a una promesa tonta, vacía, casi interminable que se agotaba de recursos para poder seguir, aunque ella siempre estaba ahí y no te lo pedí. Y se integra y desintegra, se ríe y llora sin respuesta, se detiene y sigue, aún cuando no te lo pedí. Tal vez todo había llegado de repente y una nota no era suficiente para buscar las respuestas, pero bastaba para descifrar los azares y últimos intentos que prevalecían un dulce vértigo, siempre así. Sé que existió un arte para vivir de sus palabras que luego provocarían un amor, un abismo, un desamparo y así reiría sin respuesta. ¿Dejar que el agua construya gotas ínfimas que terminarían en un tiempo efímero y luego volver a armar? ¿Pensar que lo que recibo es libertad? ¿Imaginar y caer en ella? ¿Integrar y desintegrar? Te digo que: allá iré.
2 comentarios:
Increible Amelie, lo que me paso despues de ver esa pelicula fue que empezaba a prestarle mas atencion a cada detalle de cada persona, o de cada cosa. no se, me flasheo un poco.
Ya me embriague lo suficiente este fin de semana jajaja no mas hasta el proximo.
un abrazo!
esa pelicula es tan hermosa, no me canso de verla.
señorita, le juro ke le pasaria todo buh entero para ke lo escuche ya ^^
seguro nos vemos el 1º y lo comentamos, beso enorme!
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